El vaivén del amor en la salud mental
La persona enamorada es inmune al estrés, duerme como angelito, no se enferma muy seguido, está relajada, su organismo funciona correctamente, entre otras cosas.
El amor es un conjunto de síntomas físicos y mentales que un ser vivo, un objeto o una actividad pueden despertar en una persona. Durante las primeras etapas esto conlleva un despliegue de siete hormonas a nivel cerebral: la noradrenalina que causa nerviosismo y desconfianza al momento de conocer a alguien nuevo; la oxitocina que ayuda a establecer conexiones significativas con otros; la vasopresina que genera un sentimiento de protección hacia el ser amado; la testosterona y el estrógeno que despiertan el deseo sexual; la dopamina que activa la sensación de satisfacción y recompensa; y la serotonina que facilita la homeostasis general del organismo.
Gracias a estos siete agentes, la persona enamorada es inmune al estrés, duerme como angelito, no se enferma muy seguido, está relajada, su organismo funciona correctamente, está menos propensa a desarrollar trastornos mentales, y su capacidad para resolver problemas mejora notablemente. Este cóctel de beneficios, a su vez, alargan la esperanza de vida.
Sin embargo, los efectos desagradables de enamorarse son proporcionales a los placenteros en cuanto a intensidad. El verdadero peligro de terminar una relación donde se alcanzaron a segregar las siete hormonas mencionadas es que su suministro se cierra de manera abrupta. Este desequilibrio es un golpe muy fuerte para el cerebro y el cuerpo, por lo que inevitablemente se libera cortisol y norepinefrina, las hormonas del estrés.
En los casos más severos, es posible que una ruptura amorosa cause la muerte, pues la falta de equilibrio en la actividad hormonal conduce a pérdida del apetito, trastornos del sueño y anímicos. ¿El antídoto? Buscar generadores de las siete hormonas placenteras. No, esto no significa que necesitas iniciar una nueva relación ni que “un clavo saca otro clavo”; más bien se trata de buscar otros estímulos que te ayuden a recuperar tu salud mental mientras superas ese amor fallido.
Stephanie Cacioppo, neurocientífica de la Universidad de Oregón y autora de Conectados para amar: El viaje de un neurocientífico a través del romance, la pérdida y la esencia de la conexión humana, dijo que “cuando la red del amor se enciende, activa los centros de recompensa del cerebro, liberando una cascada de hormonas, neuroquímicos y opioides naturales, que nos hacen sentir alegría, y también ayudan a nuestro cuerpo a sanar y a nuestra mente a lidiar con el dolor".
El amor, con su complejo entramado hormonal, ejerce un poder significativo sobre nuestra salud mental. Desde la euforia inicial hasta el dolor de una separación, las hormonas desempeñan un papel crucial en cómo experimentamos y procesamos el amor. Reconocer estas influencias puede ayudarnos a navegar mejor por las aguas tumultuosas del amor y a mantener un equilibrio más saludable en nuestra vida emocional.