
Inteligencia artificial y moda en 2025
La tecnología está revolucionando la industria de la moda, transformando el diseño, la producción y la experiencia de compra.

La relación entre la inteligencia artificial (IA) y la moda se encuentra en un punto de inflexión. Si bien la tecnología puede parecer intimidante para quienes no están familiarizados con ella, su impacto en la industria es innegable. Desde desfiles futuristas hasta herramientas de diseño y atención al cliente personalizadas, la IA está redefiniendo cómo se conciben, producen y comercializan las prendas. Marcas como Coperni y creadores digitales en redes sociales han incorporado esta tecnología para ampliar los límites de la creatividad y la eficiencia.
Según la Digital Fashion Academy (DFA), “la IA no es magia, sino una disciplina centrada en desarrollar sistemas que pueden realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana”. Esto abarca desde el reconocimiento de voz hasta la toma de decisiones automatizada.
Inés Poggio, experta en IA y diseño, sostiene que esta tecnología está transformando la industria al hacerla más eficiente y sostenible. "Desde el diseño hasta la cadena de suministro, la IA redefine cómo se crean y comercializan las prendas, ofreciendo nuevas posibilidades para los diseñadores y consumidores", afirma.
La IA está revolucionando el e-commerce en moda a través de:
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Generación automática de descripciones de productos: Analizando grandes volúmenes de datos, la IA puede redactar descripciones precisas y coherentes, optimizando tiempo y costos.
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Atención al cliente mejorada: Chatbots avanzados brindan respuestas inmediatas y precisas, mejorando la experiencia del usuario.
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Experiencias de compra personalizadas: Analizando el comportamiento del consumidor, la IA ofrece recomendaciones a medida.
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Análisis de clientes y optimización de servicios: Se procesan comentarios y reseñas para mejorar productos y la experiencia de compra.
La Inteligencia Artificial ha democratizado el acceso al diseño, permitiendo que cualquier persona con una idea pueda materializarla. Sin embargo, este avance también ha abierto el debate sobre el rol de los diseñadores tradicionales. “Si bien la IA acelera el proceso creativo, la intuición y la sensibilidad humana siguen siendo insustituibles”, enfatiza Poggio.
Asimismo, la IA permite probar digitalmente combinaciones de colores, materiales y formas en segundos, reduciendo costos y tiempos de desarrollo. No obstante, el reto es distinguir entre innovación genuina y simples iteraciones automáticas.
Las herramientas de prueba virtual permiten a los clientes visualizar prendas y accesorios sin necesidad de probarlos físicamente. Plataformas como Sephora ya emplean esta tecnología para probar maquillajes digitalmente, mientras que otras marcas la usan para ropa y calzado.
Gracias a la IA, los compradores pueden subir una foto o usar su cámara para ver cómo les quedaría una prenda, mejorando la precisión en tallas y reduciendo devoluciones.
Esta tecnología también juega un papel crucial en la sostenibilidad de la moda. Permite crear prototipos virtuales antes de producir prendas, reduciendo desperdicio de materiales. Sin embargo, Poggio advierte que “la sostenibilidad no depende solo de la tecnología, sino también de decisiones éticas y estructurales dentro de la industria”.
El avance de la IA podría impactar empleos en diseño, logística y creación de contenido, pero también impulsa una revalorización de lo artesanal. Poggio concluye: “Aunque la IA puede predecir tendencias y optimizar procesos, la creatividad auténtica sigue siendo humana. El desafío es encontrar el equilibrio entre tecnología y sensibilidad”.