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El glamour de Lady Gaga deslumbra en los Juegos Olímpicos de París

El vestuario de Gaga fue una obra de arte diseñada por Dior, combinando plumas rosadas y negras.

El glamour de Lady Gaga deslumbra en los Juegos Olímpicos de París
El glamour de Lady Gaga deslumbra en los Juegos Olímpicos de París

En el majestuoso escenario de los Juegos Olímpicos de París 2024, Lady Gaga deslumbró con una actuación que dejó al mundo sin aliento. Combinando el glamour de Las Vegas con el icónico encanto del Moulin Rouge, la cantante homenajeó a la leyenda francesa Zizi Jeanmaire al interpretar "Mon truc en plumes". Su actuación se destacó no solo por el estilo impecable, sino por la energía y pasión que Gaga impregnó en cada movimiento.

Meses de rumores culminaron cuando Lady Gaga confirmó su participación en los Juegos Olímpicos, prometiendo un espectáculo tan grandioso como la ciudad misma. La elección de "Mon truc en plumes" fue un tributo perfecto a Jeanmaire, simbolizando el puente entre la elegancia francesa y el modernismo audaz de Gaga, capturando así a una audiencia global.

El vestuario de Gaga fue una obra de arte diseñada por Dior, combinando plumas rosadas y negras. Inicialmente cubierta por pompones decorativos, Gaga reveló un conjunto negro bajo una capa de plumas tan elaborada que sus bailarines debieron sostenerla al subir las escaleras del escenario. Inspirado en el Moulin Rouge, el atuendo reflejó la teatralidad de Gaga y la gracia de la moda francesa. Sus zapatos, elegantes creaciones de Christian Louboutin, añadieron un toque de sofisticación con sus suelas rojas.

El maquillaje audaz y el peinado de Gaga también captaron miradas. Labios rojos, rubor rosado y un peinado recogido en un chongo pulido completaron su look, con antenas de plumas negras como toque final.

Así como las vibrantes plumas de su atuendo, Lady Gaga dejó una marca imborrable en París y en los espectadores globales. Su performance celebró la rica tradición del music-hall francés y elevó el espíritu olímpico. Con cada nota y movimiento, Gaga reafirmó su estatus como un ícono global, capaz de unir naciones a través de la música y el arte.