La fototerapia LED revoluciona el cuidado de la piel
Basada en luz de baja intensidad, este innovador método promete beneficios antienvejecimiento y regenerativos.
En la década de 1960, un hallazgo accidental del médico húngaro Endre Mester abrió camino a lo que hoy es una industria floreciente en el cuidado de la piel: la fototerapia LED de baja potencia. El uso de la luz roja estimulaba el crecimiento de pelo y la cicatrización de heridas, sentando las bases de una tecnología que actualmente es popular en tratamientos de belleza y rejuvenecimiento cutáneo.
Hoy en día, el mercado de la fototerapia ha evolucionado con dispositivos LED, desde mascarillas hasta varitas portátiles, que prometen beneficios antienvejecimiento y regenerativos. Este tipo de terapia, también conocido como fotobiomodulación (PBM), utiliza luz de baja intensidad en tonos específicos, como azul, rojo y casi infrarrojo, para estimular procesos celulares y mejorar la apariencia de la piel. La luz roja y la infrarroja, en particular, actúan en profundidad, activando reacciones en las mitocondrias que generan energía celular y favorecen el flujo sanguíneo.
Los estudios sobre la luz azul revelan su efectividad en el tratamiento del acné, ya que disminuye la inflamación y combate la bacteria Cutibacterium acnes. Por su parte, la luz roja ha demostrado capacidad para estimular la producción de colágeno y acelerar la cicatrización de heridas, beneficiando especialmente a la piel dañada. Sin embargo, los expertos advierten que esta tecnología es segura siempre que se utiliza adecuadamente, y recomiendan seleccionar dispositivos con intensidades adecuadas para que sean realmente efectivos.
A la hora de elegir un dispositivo LED, es esencial considerar la potencia y la calidad del aparato, pues existen muchos modelos en el mercado con intensidades que no logran los efectos deseados. Expertos como el dermatólogo Daniel Barolet sugieren evitar dispositivos con un "arco iris" de colores, enfocándose en los colores rojo, infrarrojo y azul, que son los que han demostrado beneficios en la piel.
La fototerapia LED representa una alternativa segura y no invasiva en el cuidado de la piel, con potencial para mejorar su salud y apariencia a largo plazo. Aunque los resultados pueden ser sutiles y requieren tiempo, los expertos coinciden en que la inversión vale la pena para quienes buscan un complemento eficaz en su rutina de belleza.