Gucci: del emporio familiar a la leyenda de moda

Fundar una empresa familiar no es sencillo, pues en muchos casos es con los mismos familiares con quienes hay más desacuerdos. Y las diferencias crecen aún más, con la transición a las nuevas generaciones.

Pese a que actualmente Gucci es una de las empresas de moda más importantes a nivel global, crecimiento que fue posible con el ingreso de Tom Ford, la compañía atravesó por un período de crisis como de leyenda, que involucró despilfarro, quiebra, traición y un asesinato.

Fundada por Guccio Gucci, la empresa nació en Italia convirtiéndose en un ícono de la moda, que posteriormente administraban sus hijos Aldo y Rodolfo. Pero fue en la transición a la tercera generación con la dirección de Maurizio Gucci, que los problemas comenzaron para la marca.

Entre la pelea con su primo Paolo y su divorcio con Patricia Reggiani -quien dos años después lo mandara asesinar-, la mala administración de los recursos y el mal uso de la imagen gestionadas por Maurizio llevaron a la quiebra a la compañía en 1994. 

De manera que, las acciones fueron vendidas a un grupo que tenía la misión de revivir a Gucci y encontrar a Tom Ford, para la internacionalización de la marca.

La mala reputación, los excesos y la violencia llevaron a la compañía a un momento crítico. No obstante, con trabajo arduo Gucci se levantó y se convirtió en el emporio de moda que hoy representa, aunque actualmente ningún integrante de la familia pertenece a la organización.